Pupuya, pequeña localidad de la sexta región, es un pueblo chiquito que aún no explota como imán turístico masivo y poco a poco ha desarrollado servicios interesantes aprovechando una naturaleza rebelde que invita al descanso y la aventura.

25 Nudos Lodge ofrece una muy buena alternativa de hospedaje. Veamos la experiencia de servicio.

El Lodge

Con solo 3 cabañas, pequeñas y modernas, el Lodge inevitablemente evoca intimidad. Con una ubicación envidiable frente al mar, cada espacio esta muy bien pensado, y aunque su distribución es justa, la calidad de sus materiales y el inteligente diseño interior hacen de sus cabañas un refugio cálido y con las comodidades precisas para unos días playeros.

La terraza de cada cabaña es de muy buen tamaño, y cada una cuenta con unas modernas hot tub privadas, que sin duda le dan un enorme plus a las estadías. El equipamiento es bueno, el internet no, pero se entiende por el sector en que se encuentran. No solo la vista es increíble sino también el acceso a la playa: ahí mismo, a solo pasos.

El lugar no cuenta con servicios de alimentación y eso se entiende porque queda claro que el proyecto tiene otro tono, más en onda solo hospedaje y buena ubicación, con un precio que queda bien en un contexto en que hay variada oferta, y creciendo. Además de su irresistible entorno natural, el lugar esta a nada de 2 restaurantes onderos que complementan una sensación de «todo a mano». Lugares en que se puede pasar la tarde tranquilamente disfrutando de la brisa, vista y playa con un alto grado de cercanía de los anfitriones y comensales. Un poco más alejado, pero también caminable, el pueblo, en que se compra lo necesario para volver y seguir en modo playa.

Experiencia de Servicio

5, no hay de otra. Acá es cuando queda claro que trabajar en la experiencia de servicio es una inversión y que con detalles pequeños se puede lograr fidelidad y, mucho mejor, recompra. Lo que nos tocó como experiencia en 25 Nudos Lodge fue notable.

Desde la reserva rápidamente nos sumaron a whatsapp, teniendo desde días antes de la llegada un contacto preciso para sentir que todo estaba bien y que nos estarían esperando. En el trayecto, mensajes para dar tips de la ruta y saber si todo iba en orden. Al llegar, todo preparado y con una recepción cercana y cálida dejando en claro, en especial para santiaguinos, que acá se está en modo confianza. Durante toda la estadía fue un agrado cualquier duda o requerimiento solicitado, resolviendo todo con una amabilidad desbordante. El broche de oro vino el día de la salida. Al consultar por el precio que tendría hacer un «late check out» que permitiera aprovechar una tarde de caribe, el equipo del lodge revisó si habían reservas y al confirmar que no había nadie por llegar ese día resolvieron más o menos así: «Quédense lo que quieran hoy, todo a disposición y con cero costo adicional». ¡Chapeau!

Fotos: sitio web 25 Nudos Lodge

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