¡Se nos fue de las manos! Cómo ha crecido Pichilemu, localidad playera del litoral de la sexta región, realmente se pasó. De la mano del surf el lugar posicionó sus atractivos y hoy miles de personas se dejan caer en alguna de sus muchas opciones de hospedaje. Una que merece una revisión de experiencia de servicio es Lodge del Mar. (Llamativo cómo el concepto lodge se sumó como término cada vez más habitual, recomendamos este artículo que abunda sobre la definición y su uso)

A lo nuestro.

Ubicación

Las ubicaciones son una variable crítica en un hospedaje, no en vano una máxima gringa para la hotelería es location, location, location. Pichilemu, extensa en atractivos, propone un eje de hospedajes de buen estándar en el camino que une la ciudad con Cahuil, dejando como corazón del lugar el clásico sector de Punta de Lobos. Lodge del Mar se encuentra en Camino Cahuil 3011, Playa Hermosa, sector que si bien queda lejos de la ciudad, ha sabido desarrollar una oferta variada para contar con casi todo sin necesidad de auto. Hay locomoción local y servicio de colectivos que por la misma avenida cubren la ruta desde y hacia Pichilemu.

Lodge

Cuando te tomas en serio algo, se nota. Acá no se improvisó y eso queda muy claro desde el momento que ingresas al recinto cuyo diseño convive armónicamente con la playa. Lleno de detalles, sus cabañas son modernas, todas con una vista imponente hacia el mar e inmersas en un jardín elegante, muy bien cuidado y desarrollado con gusto minimalista, que te hacen sentir un relajo visual casi inmediato, el que crece a medida que dejas pasar los días. Con acceso directo a la playa, el lugar cuenta con una piscina exterior de buen tamaño y rodeada como corresponde por una terraza de amplitud regular que promueve diversión y sol. También, y cada vez más comunes, unas tentadoras hot tub (¿se puede salir de ellas en menos de una hora? ¡qué vicio!).

Cabañas

Hermosas y bien decoradas, cada cabaña cuenta con lo necesario para hacer de cada una un mini y transitorio hogar. Existen las opciones para grupos grandes, que mas que cabañas parecen casas de condominio moderno, de gran tamaño, terraza y ¡oh maravilla! cada una con hot tub privado! Sin duda, ideales para familias cariñosas que quieran pasar sus tardes sumergidos entre agua, calor y risas. También hay alternativas más pequeñas en modo departamentos: justos, en la segunda planta, con gran vista también y con un equipamiento más que suficiente.

Desayuno

El desayuno, muy a la altura. De todo y con toques campestres en un bloque que seguramente se pensó para además tener un restaurant, el espacio también mira hacia el mar y su propuesta es muy contundente y llena de opciones naturales. Todo atendido con un muy buen servicio que no se complica si de personalizar se trata.

Experiencia de Servicio

5, muy bueno todo. Realmente la experiencia en este lugar es excelente y da la impresión que los fundadores están en el día a día. El personal, preciso y en algunos casos casi inadvertidos, son muy pro pasajeros y no se complican en nada. No hay costos adicionales ñoños que es bien común encontrar en otros lugares y que muchas veces te dejan desencajado. Acá entienden muy bien a sus clientes y hacen TODO lo que está al alcance para que estar en el lodge sea una gran estadía. Ejemplifiquemos con una indicación del personal que deja todo claro: «Su hot tub estará lista desde la hora reservada. Si quiere, baje con algo para tomar y copas. Solo le queremos pedir una cosa: si se quiebra algo avísenos de inmediato, no por el valor de lo que se rompa, no lo cobraremos, si no para limpiar de inmediato y no correr riesgos». 

Fotos: sitio web Lodge del Mar y Google

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